Hay tristeza por todo lo que debería haber sido y la ira que todo el progreso para la región está siendo derribado.
Valencia tuvo mucha promesa económica, hasta hace 2 años cuando el cambio del gobierno cerró las puertas al progreso económico y ser independiente de un solo recurso natural.
Ahora Valencia perdió su independencia y no tienen las oportunidades económicas.
Las nuevas decisiones del gobierno están casi asegurando que el área se estancará durante muchos años y que todos estén frustrados. Ellos sienten la depresión pero no procesan la rabia por lo que están pasado.
El mantra para purificar la rabia se repite en silencio:
“Aunque estamos frustrados por lo que esta pasando en Valencia, me amo y me acepto”.
